CGC, contenido de usuario que trasciende a las reseñas

El CGC (consumer generated content) no es nada nuevo, lo realmente novedoso son los tintes que está adquiriendo. A grandes

Snapchat y TikTok son dos plataformas de éxito pensadas para generar y compartir contenidos de forma pública.
Snapchat y TikTok son dos plataformas de éxito pensadas para generar y compartir contenidos de forma pública.

El CGC (consumer generated content) no es nada nuevo, lo realmente novedoso son los tintes que está adquiriendo. A grandes rasgos, el CGC hace referencia a aquel contenido que es generado por los propios usuarios. Por norma general, éste suele consistir en valoraciones y comentarios que dejan en webs de comercio electrónico tras haber comprado un producto o contratado un servicio.

Su importancia es elevada en estos casos: las probabilidades de compra o contratación de un producto o servicio con cinco o más reseñas de clientes es un 270% más alta, según datos de Bazaarvoice, y el 66% de los consumidores tiene más probabilidades de comprar si halla imágenes o vídeos aportados por clientes reales.

Sin embargo, el concepto de CGC no es exclusivo de los sitios de e-commerce. Desde que se dio la posibilidad a los usuarios de incursionar en el 2.0, también han proliferado los contenidos destinados al puro entretenimiento: vídeos, fotos, fotomontajes, textos… veamos cómo las marcas pueden aprovechar esta tendencia con un objetivo de branding.

La Generación Z o centennials son expertos en la creación de contenidos y, además, cuentan con numerosas herramientas y tecnologías para crear y compartir sus ocurrencias. La creatividad es una cualidad inherente a los “zeta”, y encuentra su máxima expresión en aquellas redes sociales líderes entre los más jóvenes: Snapchat y TikTok son dos plataformas de éxito pensadas para generar y compartir contenidos de forma pública.

La primera de ellas supuso una revolución tras su lanzamiento, pues tenía un enfoque muy distinto al de las redes sociales mayoritarias existentes hasta el momento. El concepto de “stories”, con su cualidad de contenido efímero, fue suyo. La idea de un contenido que desaparecía con el tiempo fue suficiente incentivo para que los más jóvenes compartieran y consumieran contenidos de este tipo.

En cuanto a TikTok, sus usuarios no paran de crecer. El concepto es creación y difusión de vídeos cortos con diversas posibilidades de edición y efectos. Sus usuarios principales son jóvenes que entienden el éxito en redes sociales no mediante publicaciones que informen de su vida a us amigos, sino desde la satisfacción de que sus creaciones tengan buena acogida entre la comunidad.

El reto para las marcas pasa por entrar a formar parte de ese contenido, por lograr una suerte de “emplazamiento de producto” en las publicaciones que realicen los propios usuarios. Una de las vías que están utilizando las marcas es proponer distintos retos o “challenges” para que los usuarios integren los productos en sus propias creaciones.

Este enfoque en el aprovechamiento del CGC resulta beneficioso en el campo de la prescripción, en un momento en el que la credibilidad de los influencers (sobre todo lo grandes) se debilita. Con una buena estrategia de CGC, cada usuario se convertiría en microinfluencer en la red. Las marcas pueden incentivar que los usuarios las emplacen en sus contenidos mediante concursos, por ejemplo.

Llegar a la audiencia más joven es una preocupación creciente de las marcas, ya que estos nuevos consumidores tienen un perfil muy diferente que hace que no respondan a la publicidad tal y como la conocemos. Activar entre ellos acciones de CGC es una buena forma de impactarles, por eso el  contenido creado por los usuarios se presenta como una de las tendencias de marketing más novedosas.

Autor: Jonathan Liege, general manager en Kanlli.

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