Carbonell homenajea el cultivo tradicional

La marca Carbonell, procedente del grupo Deoleo, presenta su última campaña ‘Aceituneros’ para dar voz a los productores de aceite

El spot busca dar visibilidad a la producción de sostenible del aceite de oliva de la marca para así garantizar un cultivo tradicional.
La campaña busca dar visibilidad a la producción de sostenible del aceite de oliva para así garantizar un cultivo tradicional.

La marca Carbonell, procedente del grupo Deoleo, presenta su última campaña ‘Aceituneros’ para dar voz a los productores de aceite de oliva, protagonistas de la fabricación de uno de los productos más destacados de nuestra gastronomía.

Con el lema ‘Porque sin ellos, no comeríamos lo que bien que comemos’, la acción publicitaria está liderada por personas reales (agricultores o técnicos de la zona) que trabajan a diario en los olivares. De hecho, la campaña viene acompaña de una serie de vídeos testimoniales en los que los profesionales hablan sobre la importancia de garantizar la sostenibilidad no solo ambiental, sino también social y económica del cultivo tradicional. El spot busca dar visibilidad a la producción de sostenible del aceite de oliva de la marca.

La campaña, que ha sido creada por la agencia &Rosàs, será distribuida por televisión y espacios digitales. En total, las piezas de la acción publicitaria se divide en siete formatos para TV, 16 para branded content y cuatro gráficas.

El año pasado, la marca homenajeó la comida del día a día de cada rincón de nuestro país, pero en esta ocasión, “hemos buscado dar visibilidad a los agricultores anónimos, porque sin su aceite no seríamos lo que somos ni tampoco comeríamos tan bien como comemos en España”, ha señalado Francisco Rionda, director de marketing y trademarketing de Deoleo España.

Además, el grupo Deoleo ha puesto en marcha recientemente el proyecto Salvemos el Buen Aceite, que se trata de una plataforma de contenido para explicar en profundidad las implicaciones sociales, económicas, medioambientales y de calidad. Una acción que aterriza ante el peligro existente en el cultivo tradicional, ya que existe escasa rentabilidad para los agricultores y la brecha creciente entre una mayor producción y un menor consumo. Este problema se traslada a la posible desaparición de 500.000 hectáreas en la próxima década. Por ello, el grupo se compromete a conseguir que, en 2025, el 80% de sus aceites de oliva virgen sean de producción sostenible.