Los retos retail y tecnológicos del sector de la alimentación

Las perspectivas de mercado y macroeconómicas del sector de la alimentación y bebidas son halagüeñas para los próximos años, tanto

Encuentro industrial de alimentación y bebidas

Las perspectivas de mercado y macroeconómicas del sector de la alimentación y bebidas son halagüeñas para los próximos años, tanto en España como en el resto del mundo, pero las empresas establecidas deberán hacer frente a numerosos retos de distribución y tecnológicos en los próximos años, según quedó claro ayer en el Encuentro industrial de alimentación y bebidas que tuvo lugar en Barcelona, en el IESE, que organizó la edición anual número 19.

El Encuentro se planteó este año en torno a las tendencias de futuro que se ciernen sobre el sector de la alimentación a medio y largo plazo, hacia el 2025 y más allá, porque, según indicaron los organizadores, es la principal demanda de los ejecutivos de las empresas industriales y de distribución. El enfoque fue, por tanto, mucho más tecnológico y de cambio de hábitos de consumo que de estructura del mercado, como había sucedido en años anteriores.

A nivel de mercado, quedó claro que el sector de la alimentación es uno de los pilares de la economía española y así continuará siendo, por la fuerte presencia industrial en el país y su vocación de aumentar las exportaciones. Los indicadores macroeconómicos apuntan una clara recuperación del consumo, tanto en España como en los países industriales y en desarrollo, que beneficiará al sector de la alimentación. No hay duda de que España ha salido de la crisis, argumentó Antonio Argadoña, profesor del IESE, y las perspectivas para las principales regiones mundiales son buenas, al menos a corto plazo, añadió Ira Kalish, el máximo economista global de la consultora Deloitte, principal organizadora del encuentro.

Aunque aumente el consumo de alimentos, el sector deberá hacer frente a múltiples retos derivados del cambio de hábitos de consumo y sobre todo de la distribución, tanto de los productos envasados y no perecederos como de alimentos frescos como carne, pescado, fruta y verduras. La compra a través de Internet o del móvil y el reparto directo o a través de una tienda de conveniencia seguirán creciendo, restando cuota a los supermercados, tiendas y centros comerciales establecidos.

Víctor del Pozo, director de compras de gran consumo de El Corte Inglés, no se mostró especialmente preocupado por el aumento de competencia, porque ya hace años que su empresa se ha anticipado al nuevo entorno competitivo y cuenta con el servicio de compra por Internet y entrega a domicilio. Recientemente, además, ha lanzado una aplicación innovadora para facilitar la compra desde el smartphone y ha inaugurado diversos supermercados gourmet, con productos innovadores y que se pueden probar. También garantiza los productos frescos, para poder abarcar los nuevos hábitos de compra y de consumo de alimentos y bebidas.

Encuentro de Alimentación y Bebidas.
Jaume Llopis, director académico del Encuentro de Alimentación y Bebidas.

Para las tiendas pequeñas y los grandes y medianos centros de alimentación especializados, estos nuevos hábitos les obligarán a rediseñar y ampliar la cadena de distribución, como ya están haciendo. La tecnología digital, sobre todo con el Internet de las cosas y el Big Data, hará que el sector de la alimentación y bebidas deba apoyarse cada vez más en la tecnología para hacer frente a las demandas de la sociedad. El consumidor actual valora más la privacidad y los alimentos sanos, lo cual añade presión a la industria y a la distribución. El consumidor quiere, además, variedad, precio ajustado y máxima comodidad a la hora de comprar.

Desde una óptica global, Béatrice Conde-Petit, experta en tecnología y ciencias de la salud de Bühler, un fabricante de maquinaria de proceso y transformación de alimentos básicos como los cereales, alertó de la necesidad de buscar alternativas a las proteínas basadas en animales, porque el consumo actual de carne, pescado o lácteos no es sostenible a largo plazo. Se tiene que aumentar el consumo humano de legumbres y cereales y otras fuentes de proteínas como soja, algas y, a más largo plazo, insectos.

El proceso de alimentos en toda su cadena de valor también será clave para el futuro. Citó el ejemplo del pan industrial horneado en la tienda cercana o supermercado, que ya representa el 20% de todo el pan consumido. Hace falta, añadió Conde-Petit, un cambio en el proceso de vigilancia y control de los alimentos, con envases que preserven sus cualidades y sean seguros sin necesidad de un proceso extremo. En materia de envases, tecnologías de impresión a la demanda e incluso en 3D pueden contribuir a este cambio.

OMD creó un espacio donde se celebró el encuentro del IESE en el que se podían ver diversas iniciativas, proyectos e ideas que ayudarán a las empresas a desarrollar estrategias de comunicación innovadoras y tecnológicamente avanzadas para generan nuevas demandas y productos atractivos para los consumidores. Dots es la aceleradora de ideas de OMD, que pone en contacto a anunciantes con start-up para mejor sus resultados en marketing y comunicación. Se podía ver, por ejemplo, una máquina de vending con tecnología de reconocimiento facial que expende tickets si se sonríe, con la que McDonald’s aumentó un 6% sus ventas, una base datos de alimentos mundial de Edamam que ayuda a comer mejor o Smartfoods, una herramienta que permite crear alimentos nutritivos.

A los asistentes al encuentro se les entregó un vademecum, con la valoración por regiones y países, de todos los mercados de alimentación y bebidas. Para la elaboración del ranking por países, se puntúan tanto indicadores como el PIB per capita como la situación legal del país, así como la estructura de la población y los hogares de clase media existentes, aparte del consumo de alimentos y bebidas y las exportaciones, cada uno con un peso determinado. Globalmente, España aparece en el manual de este año en posición 13, detrás de Bélgica y por delante de Hong Kong, con una puntuación de 26,96, y gana tres posiciones. España tiene superavit comercial, con 44.200 millones de dólares exportados y 30.500 millones de dólares importados el año pasado.

Este año, el Global Award a alimentación y bebidas se ha concedido a Georges Plassat, CEO de Carrefour. Al final del encuentro se procedió a la entrega de una placa conmemorativa del premio, patrocinada por la revista IP Mark.

Lluis Alonso