La paciencia del pescador

No recuerdo bien la fecha, pero hace ya más de 25 años que mi padre me llevó por primera vez

Pesca

Publicitario, publicidad, creativo, redactor, agencia
Ibay Prieto.
No recuerdo bien la fecha, pero hace ya más de 25 años que mi padre me llevó por primera vez a pescar. Fue en León. En uno de esos ríos que por aquel entonces rebosaba truchas asalmonadas y cuyo caudal siempre era el óptimo. Eran otros tiempos. Como a cualquier niño, el mero hecho de sacar un pez con la ayuda de una caña, me parecía lo más emocionante que había en el mundo. Emocionante. Qué palabra más extraña para definir la pesca. Un deporte plagado de experiencias, pero quizás el menos gratificante que exista. Hay que estar hecho de una pasta especial y tener mucha, mucha paciencia para conseguir entender que la pesca no solo consiste en que los peces piquen, sino en saber entender al río y escuchar su entorno. Supongo que por eso, a todos en cierto modo nos gusta la pesca, pero la pesca no está hecha para todos.

Hace apenas un mes, me despidieron de una agencia de publicidad. Y van 3. El motivo siempre ha sido el mismo: la crisis. Quiero creer que así es. Todo al que hayan despedido en alguna ocasión, sabe que no es fácil. Sobre todo si eres una persona inquieta e hiperactiva. Los días se hacen eternos. Las horas interminables. Tu vida da un giro de ciento ochenta grados, y comienza la tan desesperante búsqueda de empleo.

Buscar trabajo (pescar) es uno de los “deportes” más desesperantes que existen. Empiezas con toda la ilusión del mundo, tirando la caña aquí y allí, pero va pasando el tiempo y los peces (futuros jefes) no pican. Recorres el río (mercado laboral) arriba y abajo sin éxito. Y es entonces cuando empiezas a justificar el resultado: que si no hay peces (ofertas), que si no tienes el cebo adecuado (currículum), que si no es el mejor momento (procesos de selección)… El caso es que poco a poco te vas inquietado y es ahí, donde debe aparecer la paciencia del pescador.

Como todo en la vida, ser paciente se va perfeccionando con los años. Cuesta, no nos engañemos. Pero cuando lo consigues, la paciencia es una de las mejores virtudes que tiene el ser humano. Aunque a veces nos cueste entenderlo, todo llega y todo pasa. Las oportunidades (peces) siempre están ahí. Solo hay que saber entender las circunstancias (río) y esperar el momento. Pero hay que tener clara una cosa, un pescador (ya sea para buscar trabajo o buscar clientes) nunca se rinde. Un buen pescador, siempre tira la caña una, dos, cien, mil veces, hasta que consigue el ansiado trofeo.

Mi nombre es Ibay Prieto, creativo senior, redactor y en ocasiones pescador.

@IbayPrieto